El psicópata te aísla para manipularte más y mejor.

Aislada, la víctima es más fácil de manipular.

Los  y las psicópatas necesitan tener el control total de la víctima, y para ello aislarla de cualquiera que pueda darle información en contra de ellos o ellas, del abuso que supone su conducta o la maltrato que está recibiendo, y la posibilidad de salir de esa relación y escapar del abuso que está siendo sometido/a se trata de un objetivo imprescindible para mantener el control. Separar a la víctima de cualquier esperanza o creencia de que existe una forma diferente de relación o que no tiene que aguantar lo que sea por nadie y que eso no tiene que ver ni con las relaciones basadas en el apego ni tampoco en las laborales, el o la psicópata  tratará de evitarlo en toda medida, se trata es un objetivo que no puede faltar en cualquier tipo de relación con las personas psicópatas.

Hacer que la víctima se sienta inadecuada, insuficiente e indigna, no merecedor/a de la confianza, la atención y el respeto de los demás, ni siquiera de sus allegados, se trata de lo que le asegura que no se escapará de sus redes, hacerle creer que los demás no creen en ella, en su palabra, o que tengan mal concepto sacando fuera de contexto actitudes o pequeños gestos del pasado hará que la víctima dé como válido el argumento. Todas las personas tenemos áreas en las que mejorar, o hemos hecho cosas de las que no sentimos mucho orgullo, pero utilizar estas debilidades para hacer sentir vergüenza de sí mismo/a es una de las especialidades de las personas con psicopatía, es y que crea en torno a la víctima un círculo vicioso del que le será muy difícil salir.

Sintiéndose desprotegida, sin derecho a tomar decisiones, sin visualizar alternativas, sin capacidades ni confianza, la víctima del manipulador se siente atrapada sin ser siquiera consciente de ello.

El efecto que quiere provocar el/la psicópata con esta estrategia es hacerle sentir a la víctima totalmente atrapada, sin posibilidad de conseguir nada mejor, que no es tan buena como ella pensaba y que muy probablemente es peor persona que el agresor, que aún  así el agresor permanece con él o ella y que por ello debe ser condescendiente con  el o la psicópata, a fin de cuentas la «victima no se merece nada» y el psicópata la protege, así que una vez más se presenta como el salvador de la víctima, creando la necesidad en su víctima de permaneces a su lado para no sentirse tan despreciada.

La vergüenza que siente de sí misma/o le llevará a no poder juzgar al narcisista. El/la psicópata necesita sentir constantemente que está  y es superior a los demás, que tiene el control de todo y todos  y que los demás tienen claro que esto es así y por ello le deben su sumisión.  Y aprovecha este sentimiento de vergüenza para hacer creer a la víctima que es «su salvador/a» que a pesar de sus defectos sigue a su lado.

¿Cómo se produce el aislamiento de la víctima?

El narcisista usa el sarcasmo sutil y observaciones ofensivas, en ocasiones indirectas, para provocar en su víctima una reacción de duda constante de sí y sobre su red social, me refiero a las constantes reproches y peros que sacan a cualquier hecho, cualquier experiencia con un psicópata será después juzgada y altamente criticado y es que nada de lo que venga de ti será nunca de su agrado salvo en la fase de seducción, pero sólo se trata de una trampa que terminará cuando sienta con seguridad que estás atrapado/a. Con el tiempo podrás descubrir  el mensaje que trata de transmitirte, a los ojos de una persona con psicopatía sólo lo suyo es correcto y válido, y además es lo que pretende que tú veas y creas: que sólo el /la psicópata es el único que sabe hacer las cosas y que nada de los demás está bien en su totalidad. Pretende la admiración total a su persona y a sus actos y que tengas un concepto no tan bueno del resto le favorece en su objetivo. Para esto:

• Es frecuente el ataque a la víctima con experiencias y errores de su pasado, que el psicópata magnifica y distorsiona sacándolas de contexto, agrupando libremente cosas sin relación alguna pero articuladas como si del argumento de una película se tratase. La víctima puede llegar a decir en un principio «esa persona que dices no soy yo, estás distorsionando o inventando», pero con el paso del tiempo y, sobretodo la reiteración acabará distorsionando la propia visión de sí misma/o, si carece de la fortaleza interior o la capacidad de detectar este comportamiento como una estrategia.
• Desprecio a cualquier logro que hayas hecho, por pequeño o grande que sea, y, lo atribuirá al azar o a las circunstancia favorables que se han dado pero no por valía o esfuerzo, evitando así reconocer mérito alguno en los demás.
• Critica a todas las personas por las que tú sientes aprecio, primero las amistades y sin darte cuenta será tus hermanos y progenitores, sólo en el caso de que aluno de ellos esté a favor de la persona con psicopatía y le ayude en crearte sentimientos negativos hacia ti mismo/a, será criticado duramente para provocar que te alejes de ellos
• Critica e impide cualquier tipo de avance que pretendas para ti o para algún área de tu vida, pues supone riesgo para la imagen que ha conseguido crearse a tus ojos.

Pero para la víctima y para cualquier persona no narcisista, el comportamiento manipulador y cruel de un individuo así es impensable e imposible de prever si no se ha vivido una experiencia previa cercana. Por eso, es un modo eficaz de crear una sensación continua de insuficiencia personal en el otro, de duda sobre uno mismo. Este proceso llevará a la víctima al aislamiento total y, en paralelo, a una mayor dependencia del narcisista. Es la situación ideal del manipulador narcisista: Total control sobre su víctima y nadie que se lo pueda confirmar.

No es de extrañar que la víctima comience a debilitarse psicológicamente, duda de sí mismas, empieza a no sentir apoyo y la persona que ha provocado estas dudas es la única que queda a lado. Por lo que comienzan pensamientos del tipo: ¡Quizá tenga razón en sus palabras!

Crueldad con premeditación

La estrategia es, como todas las que hemos descrito, una forma de «quedar por encima de su víctima» sin argumento alguno tras el ataque planificado y la manipulación. Una vez más, el narcisista deja al descubierto las carencias que posee y el poco sustrato que sostiene la fachada que muestran. Vulnerables sí, pero crueles y perversos también.

La crueldad patológica de estos perfiles no posibilita, en casos graves, su reintegración. Al contrario, si su conducta queda una y otra vez impune (como suele ser habitual, lamentablemente), repetirán su comportamiento una y otra vez. Y como cada vez se sentirán más poderosos y a la vez más llenos de odio, ese sentimiento de impunidad les hará más peligrosos, violentos y capaces de causar perjuicios más graves a sus víctimas.

La maldad de machacar a la persona a quien dicen amar, para poder dominarla, poseerla y sacar provecho, tampoco les saciará.

Una vez robada la esencia del ser que querían conquistar, éste  ya no les interesa y se desharán de él.  Con esto no quiero decir que lleguen a matarle, sino a hacer algo para que el vínculo pase a otro nivel, bien una separación, un abandono o una paliza brutal.

Ellos son muy conscientes de que en el actual sistema será muy difícil conseguir una reparación moral de para la víctima y más en el estado en que la deja. En este sentido el círculo afectivo de la víctima será determinante para que pueda recuperar su vida y su dignidad, tomando las medidas que procedan en cada caso.

Recuerda cuando empieces a detectar estas conductas que, aunque juren y perjuren amor eterno, estos individuos se  mueven por la motivación de sentir poder y superioridad sobre el resto.

Cuando la víctima esté rota, ya no será motivador para ellos dominarla, ya no habrá reto y perderán el interés. Y si por el contrario la víctima tiene un atisbo de lucidez y toma la iniciativa, puede desencadenar una reacción violenta de consecuencias imprevisibles.

No puedo evitar acabar la serie de la intimidación con un consejo: aprender a detectar a tiempo a estos individuos y huir de ellos tratando de que pierdan interés en su presa puede ser una cuestión de vida o muerte.

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