Hoy voy a aclarar un hecho importante sobre la Dependencia Emocional, y es que no es exclusiva de la pareja. La dependencia emocional se puede desarrollar en una o varias parcelas de la vida.
La Dependencia Emocional es una forma disfuncional de relacionarse en la que el dependiente asume voluntariamente, en la mayoría de ocasiones de forma inconsciente, una posición desigual y de subordinación frente al otro, que le lleva a permitir formas abusivas de interacción.
Comportamientos típicos en la dependencia emocional.
Las personas que afectadas por la dependencia emocional tiene tendencia a desarrollar los siguientes comportamientos, y son originados por el terror que sienten a la idea de ser rechazadas y/o no aceptadas, es decir a NO SER queridas :
- A cuidar al otro y su bienestar por encima de sus propias necesidades, con la pareja puede ser el ámbito en el que se haga con mayor evidencia, pero no es el único, también lo hacen con amistades y familiares.
- Cargar con los problemas ajenos, los toman como si fueran propios y realizan el mismo esfuerzo que harían si ellas estuvieran viviendo la misma situación.
- Obvian o minimizan sus propias virtudes y sus sensaciones intentando complacer a las demandas del resto, se fían más de las palabras y argumentos de un conocido que de propios y por supuesto no creen tener cualidades que las diferencien de los demás, para los o las dependientes emocionales todas la personas tienen las mismas capacidades de que ellos/as.
- incluso en lo referido a sus planes de vida
- Dan sin recibir equitativamente, en el fondo lo hacen para recibir cariño, pero dan tanto y gratis que nunca llegan a recibir parte de lo que han proporcionado.
- Se esfuerzan incansablemente por mejorar las circunstancias ajenas sin valorar su bienestar o su descanso. Priorizan el bienestar de los demás por encima del propio.
- Priorizar la felicidad ajena por encima de la propia y lo dicen » si hago feliz a los demás yo estoy feliz » » no me importa mi esfuerzo si le hago feliz»
La Dependencia Emocional como su nombre indica es una adicción a los afectos, un enganche a las sensaciones de ser aceptado/a y querido/a por los demás, que le empuja, como una droga a toxicómano, a encontrar la misma sensación que obtuvieron en al principio de demostrar su generosidad y concesiones, la gratitud y las muestras de cariño que conllevan, pero cada vez le requiere un mayor grado de esfuerzo:
¿Con quién se puede dar la dependencia emocional?
En qué entornos se suele dar este tipo de relación? La dependencia emocional no es exclusiva del ámbito de la pareja, también se puede dar en la familia y en las relaciones sociales y laborales; es decir, en cualquier escenario donde existen relaciones interpersonales en las que el dependiente puede cubrir la necesidad de ser aceptado.
¿Qué peculiaridades tienen estos escenarios?
La dependencia emocional en la familia.
La dependencia en la familia suele ser la más difícil de detectar y asumir, debido a que se experimenta desde que formamos parte de la familia, o sea, desde el nacimiento. La experiencias que se han vivido en la familia desde la infancia se interiorizan como normales. Los niños son seres en formación, desde al nacimiento vamos adquiriendo el aprendizaje y lo que nos enseñan los adultos lo aprendemos como válido, con mayor peso si los adultos son los progenitores, ya que los padres durante la infancia representan para los niños sus ídolos a imitar. Como parte de la familia también aprendemos la forma de relacionarse entre sus miembros y la interiorizamos para después repetirla de forma automática e inconsciente.
Los patrones de relación que se dan dentro de la familia determinan el tipo de relación futura, tanto con la pareja como la forma social con la que de adultos se relacionarán.
La familia representa la cuna en la que se comienza a formar el autoconcepto y la autoestima, pero no sólo esto, sino que es mayoritariamente a través de la madre de quien aprendemos las emociones y a saber gestionarlas, así que los miedos, inseguridades… de la madre pueden ser aprendidos por los hijos. Los progenitores que no se ocupan de desarrollar positivamente esta parte emocional, sobreprotegiéndolos o transmitiendo poca valía, favorecen que se de esta pauta de interacción dependiente en la que la relación se centra en complacer a los demás, tanto en esta relación como el resto.
La dependencia en el ambiente social y laboral
Creo que la dependencia emocional en el entorno social y/o laboral, amigos-as compañeros, vecinos…, es la menos reconocida por los que la sufren. No es fácil, y sé que lleva tiempo darse cuenta de que realmente la dependencia emocional es un patrón disfuncional de relación, que obedece a la necesidad de gustar y recibir un poco de afecto de los demás y esto no sólo ocurre en el contexto pareja, sino en todo tipo de relaciones, con aquellas personas que con las que nos relacionamos y mayoritariamente con las que pasamos más tiempo o la relación es más estrecha.
Para recibir este poquito de afecto, de no ser despreciados o abandonados permiten y aguantan incluso lo inaguantable y dan a cambio de nada. La frase «Soy feliz haciendo felices a los demás» les funciona como un «mantra» que guía sus vidas. Por supuesto que hacer felices a los demás es un buen valor como alguno de vosotros y vosotras estaréis pensando pero conlleva a medio plazo un sentimiento de vacío y soledad difícil de minimizar.
Claro, analicemos un poco para entender el motivo de que se dé este tipo de relaciones partiendo de la premisa de que el ser humano es egoísta, de que en general todos queremos más y mejor por menos coste ¿de acuerdo?. En base a esto: ¿con quién prefieres estar? ¿con quien te pone las cosas fáciles, haciendo que te sientas a gusto todo el tiempo, incluso aunque le pueda ocasionar incomodidades al otro? ¿con quien prefiere tus elecciones antes que las suyas propias y te deja que decidas tú? Y la cuestión más importante ¿a qué tipo de perfiles les gusta decidir siempre, que el otro haga lo que más le convenga y que se esfuerce en su bienestar antes que en el propio? Sí, es la respuesta: a los perfiles Narcisistas.
Los dependientes emocionales y los narcisistas se atraen como un imán al hierro. Las personas con dependencia emocional dan y lo suelen hacer en exceso y de forma espontánea, dan afecto, dan esfuerzo, dan energía propia, dan su tiempo… y más aún si el contexto conlleva cierto grado de afectividad, es decir, amigos o familiares.
Por otro lado en el trabajo los dependientes emocionales se esfuerzan incesantemente en demostrar su valía, en que se puede confiar en ellos y en que son merecedores del puesto porque pueden y saben hacer ese trabajo y más. Los dependientes emocionales contribuyen a crear un clima laboral alegre y positivo y siempre hacen su trabajo con gran calidad y a tiempo, asumiendo en ocasiones sobrecargas de trabajo o responsabilidades para las que no han sido contratados. ¿Por qué lo hacen? ¡Por la continua necesidad de quedar bien y el temor a un posible rechazo! Aunque se carguen de problemas y reciban órdenes incluso de sus iguales, los dependientes emocionales siempre van a priorizar el complacer a los demás. Siempre van a cuidar el bienestar de los otros por encima del propio. Esto genera que incluso los que no son narcisistas tiendan a aprovecharse de la situación y con ello de los esfuerzos del dependiente. Que exista alguien que solucione los imprevistos es cómodo y tranquilizador para cualquiera.
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