Consecuencias de vivir en una familia narcisista
Las consecuencias de criarse en una familia narcisista no sólo depende del grado de disfunción familiar sino que, se ve afectada de forma particular en cada niño concreto dependiendo de su relación paterno-filial particular y su carácter personal.
Tu lugar en la familia condiciona cómo te afecta el narcisismo
Cada hijo/a, en el momento en que uno nace, se ve influido por las circunstancias familiares, las socioeconómicas y culturales de su familia, por la posición que ocupa en ella y lo que representa esta posición para los progenitores y por la personalidad de cada uno de sus integrantes y las relaciones que mantienen entre ellos. Cada niño/a vivirá estas influencias de modo diferente, y estas le influirán en su desarrollo y en su sentir.
Las características personales son las que determinarán los efectos del entorno familiar en su futuro
Además, es frecuente conocer adultos criados en familias disfuncionales que, sin embargo, resultan ser personas sorprendentemente coherentes, con buen sentido de quiénes son y que en su vida logran escoger parejas adecuadas, ser buenos progenitores, tener amistades cercanas y carreras satisfactorias.
Sabemos que ningún niño crece exactamente igual en el mismo ambiente; los padres responden de modo distinto ante cada hijo dependiendo tanto de la personalidad de los padres como del propio niño. Por ello es posible que en una familia un niño logre tener cubiertas sus necesidades emocionales de forma muy consistente mientras que los demás hermanos no lo consigan.
No toda familia disfuncional es narcisista
Los pacientes que trato en mi consulta proceden de familias que van desde lo «normal» a lo extremadamente peculiar. Pero aún en las familias más peculiares, puede ocurrir que sí se le dé importancia a las necesidades y sentimientos de los niños y que los padres se esfuercen por satisfacerlos.
Una familia peculiar no tiene por qué ser una familia narcisista y aunque en una familia se sufra alguna inestabilidad o desajuste situacional, si los niños sienten seguridad acerca de quiénes son y son conscientes de su importancia y valor, aprenden que sus sentimientos importan y que serán atendidos de la mejor manera por los padres
La desconfianza: huella principal de este tipo de crianza
El niño aprende a no confiar ni en sí mismo
Los niños criados en familias narcisistas en el futuro serán adultos desconfiados, es resultado del descuido de las necesidades emocionales en la infancia. Aclarar que no hago referencia a la desatención de las necesidades primarias o básicas como pueden ser la higiene, los modales o la alimentación, porque entonces hablariamos de familia disfuncional y no es probable que pase desapercibida a la sociedad, la familia narcisista es más completa de detectar porque las carencias no se pueden detectar con facilidad ya que los aspectos emocionales no han estado en el punto de mira como acción negligente.
En la familia narcisista se dan los mínimos sociales aceptables, pero sin tener en cuenta que sean las adecuadas para los menores, quiero decir, los niños, por ejemplo: son educados sin rutinas propias de su edad sino que los niños criados en este tipo de familias han de seguir el ritmo de los adultos, o no pasan hambre pero las pautas de alimentación no son las adecuadas, no cuidan la adecuación de la dieta o los horarios más adecuados.
Los adultos que pasaron su infancia en este tipo de familias suelen desarrollar una extraordinaria dificultad para confiar en sí mismos y en los demás.
Inseguridad afectiva y confusión emocional
Los problemas de confianza suelen comenzar cuando el niño, como parte de su desarrollo evolutivo, requiere atención, tiempo de dedicación, juegos, explicaciones, aclaraciones de dudas, y sobretodo la comprensión en cuanto a sus formas de expresión acordes con su edad como pueden ser las pataletas, los lloros, las negativas, etc. En este tipo de familias, las narcisistas, las respuestas que el sistema parental ofrece suelen ser el caso omiso o incluso el desprecio a estas necesidades infantiles: No tolerar las demandas de un niño, tratarlas como meras impertinencias, restar importancia a los logros del infante, amenazar con el abandono o con dejar de quererle y ponerle etiquetas denigrantes… es desatender las necesidades emocionales de la infancia.
Los fallos del sistema parental
Significa que el adulto está priorizando sus propias asuntos como lo único válido e importante. Es aquí donde el sistema parental comienza a fallar gravemente.
Los «fallos del sistema» a los que hago referencia no son consecuencia de la ausencia constante a lo largo de la crianza, lo que significaría que el menor no lo echaría en falta por no haberlo conocido y que también tendrá sus consecuencias.
Presencia intermitente y afecto condicionado
En el caso de familias narcisistas hay momentos en los que sí que atiende al menor afectivamente y se le dedica el tiempo o atención, pero ésta se produce de forma intermitente y sin causalidad aparente, un ejemplo sería un padre o una madre que trata diferente a los menores dependiendo del contexto en el que se encuentre, por ejemplo aparentando interés y protección en el parque mientras haya otros padres delante que puedan percibir la inadecuación de su comportamiento, o en las reuniones del colegio con la profesora o con un médico, en estas situaciones su actitud hacia el/la niño/a cambia radicalmente, dando la falsa imagen de progenitor perfecto, atento y entregado a su hijo/a. Este ejemplo es uno de los comportamientos habituales en este tipo de familias.
Otra de las situaciones habituales en las que se da en las familias narcisistas es que el trato está condicionado a la circunstancia que el progenitor tenga en ese momento, si está de buen humor, o no o si le conviene al adulto. No hay un tiempo o un comportamiento concreto que determine que se le va a prestar atención, por lo que el niño no sabe anticipar, no es capaz de predecir qué consecuencias va a tener su comportamiento.
La pérdida de credibilidad del adulto
A menudo los padres de familias narcisistas actúan para solventar las circunstancias del momento, mintiendo o engañando para que deje de molestar la conducta del menor. La credibilidad del adulto que de forma evolutiva se tenía depositada en los progenitores se va perdiendo y la confianza se torna desconfianza.
Fomento de la desconfianza hacia el exterior
En una familia narcisista se fomenta la desconfianza sobre los demás, es normal, necesitan mantener en los hijos la creencia de que lo que hacen es lo que se hace, que los demás están equivocados y no hay más alternativas que las propias, que las conductas que tienen son justificadas.
Siempre tienen una excusa, para un mal comportamiento. Si te engaño es porque no dejabas de llorar… por lo que cualquier persona que no pertenezca al sistema y ponga en tela de juicio a los progenitores será duramente criticada por estos. Al final la creencia de que todo el mundo se aprovecha o me ataca será lo que irá calando en el niño, que terminará dudando de cualquier persona ajena.
Efectos a largo plazo en la vida adulta
Los niños, a pesar de su carácter impaciente, su impulsividad innata y su bajísima tolerancia a la frustración, van aprendiendo a relacionar los hechos con sus consecuencias a lo largo de su desarrollo. El niño aprende lo que es grato o lo que no le gusta al adulto a través de la reacción que el adulto le muestra y guarda la información para cuando quiera volver a provocar la misma reacción en el adulto.
Dificultad para poner límites y pedir ayuda
Baja autoestima y relaciones de dependencia
Los hijos que sufren esta forma inestable de relación afectiva, repetirán una y otra vez el comportamiento que hizo que su padre o su madre le dedicaran su atención, porque no entendieron la lógica de la reacción de sus padres, ni el hecho concreto que desencadenó dicha reacción. Por ello, van interiorizando que su comportamiento nada o poco tiene que ver con la reacción afectiva de sus padres y que en los demás no se puede confiar. Estas creencias le llevarán a esforzarse más y más para conseguir en cariño de los únicos que le puedan dar amor, los padres y en un futuro la pareja.
Los niños criados en familias narcisistas, terminan «enganchados a servir» a los progenitores en un primer momento y posteriormente a los demás con los que tengan formado un vínculo de apego, dejando en segundo plano lo que ellos necesitan.
Confusión de identidad: no saber quién eres sin la aprobación familiar
Uno de los efectos más profundos y silenciosos de crecer en una familia narcisista es la confusión de identidad. El niño aprende desde pequeño que sus necesidades, emociones y opiniones son irrelevantes o incómodas para sus padres. En lugar de desarrollarse con una imagen clara de quién es, se ve forzado a adaptarse constantemente a las expectativas del sistema familiar para ser aceptado o evitar el conflicto.
Esto le lleva a desconectarse de su autenticidad y a construir una personalidad funcional, basada en lo que los demás esperan de él. Con el tiempo, esa persona puede llegar a la adultez sin saber realmente quién es, qué le gusta o qué necesita, sintiendo un vacío interno o una inseguridad persistente a la hora de tomar decisiones, expresar límites o establecer vínculos saludables.
La culpa crónica: cuando sentirse mal por todo es lo aprendido en casa
La culpa es una de las secuelas emocionales más comunes y paralizantes en quienes han crecido en una familia narcisista. Desde muy pequeños, estos niños aprenden que expresar emociones, poner límites o simplemente tener necesidades propias puede molestar o decepcionar a sus progenitores. Así, cada vez que intentan ser ellos mismos, reciben castigos emocionales, críticas o indiferencia. El mensaje implícito que se graba en su mente es: “Si algo va mal, es culpa tuya”. Esta dinámica se repite tantas veces que la culpa se convierte en un estado emocional permanente, incluso en la adultez. Se sienten culpables por decir “no”, por priorizarse, por alejarse de vínculos dañinos o incluso por sentir tristeza o rabia. Esta culpa internalizada no es señal de haber hecho algo mal, sino una respuesta aprendida al abuso emocional sostenido.
Creencias inconscientes que perpetúan el daño
Tal vez el sistema familiar sea francamente incapaz de cumplir con esas demandas, pero las consecuencias que esto tiene para el niño afectan a su confianza. No es que no aprenda a confiar sino que aprenden a no confiar en sus padres, en los demás y hasta en ellos mismos ya que creen que nada de lo que haga hará que le presten afecto positivo. Desconfianza en los demás para acrecentar la dependencia emocional de los hijos en los padres. Los progenitores de familias narcisistas necesitan que sus hijos sean los que le cuiden y se encarguen de perpetuar el clan.
Si quieres leer en cómo paliar los efectos que tendrá sobre tus hijos pincha aquí
Mari
Hola Silvia, por favor podrías explicarme, como mi ex esposo psicópata narcisista que viene de una familia también narcisista no le habla ni a su papá ni a sus hermanos por parte de mamá y papá pero se desvive por su mamá psicópata narcisista y por su media hermana por parte de su mamá de una forma que no parece psicópata a pesar que cumple con todo el perfil psicopático narcisista maquiavélico?
Aldana
Mi madre es Psicópata integrada. Tengo 37 años, recién este año pude cortar el vínculo y fue atroz ya que nadie, a pesar de las acciones que mis familiares súbditos en complementareidad con ella han llevado adelante, ha asimilado mi manifestación creyendo o apoyando mis determinaciones, sino siendo condescendientes con ella y mi núcleo familiar enfermo.
Me cuesta salir de la situación pues mi situación económica no me lo permite. Alejarme con mis hijos de la enfermedad y no verlos nunca más
Silvia Rodriguez
Pronto empezarás a remontar, cuando hay paz en tu vida todo cambia. Mucho ánimo, es un momento duro, pero no más de lo que has vivido hasta a fecha.
Un besazo
Silvia
Emma Cabrero
A veces todavía me sorprende cómo, con una madre muy, muy narcisista, un padre con esquizofrenia paranoide, y yo con altas capacidades, que dificulta todo todavía un poco más por mi forma peculiar de estar en el mundo, he logrado construir una vida tan bonita, sana y feliz. Tengo un marido maravilloso, muy buenos amigos, he logrado cumplir sueños que siempre me dijeron que no alcanzaría, y si todo va bien en poquitos meses seré funcionaría, lo que significará mucha tranquilidad para el resto de la vida (lo cual para las hijas de madres narcisistas es muy importante, porque sabemos cómo nos manipulan a través del dinero).
Si algo he aprendido a lo largo de estos 37 años, es que no importan cuáles sean tus circunstancias, siempre existe una libertad individual para decidir qué haces con tu vida.
MarioB
Me parece que tu forma de expresarte hacia víctimas de abusos no ha sido correcta. ¿Los que están atrapados en familias o relaciones abusivas, no lograron salir o les está costando mucho es porque no lo han «decidido»?. No sabes mucho del tema y repites creencias dañinas hacia víctimas de abusos.
Y que a lo largo de la historia haya sido el hombre quien ha controlado a la mujer y al mundo por el dinero debería haberte dicho algo de quién es quien controla y manipula a través de este.
Las reglas de la familia narcisista.
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